DOS CAPS MUY EPICOS

Capítulo 14: Sword Sparks.
De nuevo ante el rey del Reino de la Calma y Arkanus.
- ¡Joven héroe! Así que al fin habéis recuperado ambas Tablillas. El señor Arkanus aquí presente ya nos ha informado de todos los detalles. Sin duda ha sido una gran aventura la que has vivido. Y la aventura toca a su fin... Nuestros espías han informado de que un gran ejército compuesto por hombres y Pokémons se esta congregando en las ruinas. Sin lugar a dudas se trata del ejército del Reino de la Tormenta. No hay tiempo que perder. ¡Yo mismo comandaré a mi ejército! ¡Hoy el Reino de la Calma entra en guerra! Mientras tanto, joven héroe, os adentrareis con Arkanus en la profundidades de las ruinas con la misión de salvar a mi hija de estos villanos. Nos encontraremos al final de la Ruta Arenosa, en el Valle de los Caídos... Allí se librará la batalla por mi pueblo.
El rey abandonó con sus caballeros la Carpa y puso rumbo a la guerra. Arkanus marchó con el niño.
- Vamos pues.
De paso por Ciudad Samuera el niño sintió una sombra a su espalda y le pareció oír al Profesor Místico decir:
- Adelante, niño del viento. Al Mundo de los Pokémons. ¿Podrá soportar tu corazón humano el peso de la verdad? Jijijijiji... Ahora averiguaremos cuanto tienes de humano en realidad.
Y se desvaneció.

Una vez en el Valle de los Caídos. El rey se reunió con un gran ejercito a sus espaldas con un niño. Un ejército de hombres en armadura dorada cubría el valle.
- ¡Ha llegado la hora de la verdad! ¡Por el reino!
¡Por el reino! gritaron todos los soldados en coro y se lanzaron a la batalla. En medio d ella confusión el niño consiguió colarse entre las filas enemigas, no sin derrotar por el camino algún que otro soldado enemigo. Los soldados de ambos bandos entablaban fieros combates Pokémon a muerte a su alrededor. Consiguió colarse en las ruinas para encontrárselas plagadas de soldados... ¡Algunos usaban Pokémons Máquinas! Cuando al fin llego a la cima las Tablillas reaccionaron y se fundieron con la puerta mágica.
- Al fin... - dijo Arkanus - El legendario Mundo de los Pokémon.
La luz inundo el umbral y la atravesaron para entrar a otro mundo.

Capítulo 15: El Mundo de los Pokémons. 
El Mundo de los Pokémons no era más que un cúmulo de ruinas con pasto amarillento y árboles marchitos. Esta lleno de extravagantes puzzles donde había que hacer uso de todas las MOs conseguidas hasta el momento por el niño y de Pokémons ancestrales. En las zonas más antiguas los enemigos superaban la barrera del nivel 100, por lo que no era recomendable acercarse. Arkanus estaba muy emocionado con el hallazgo. Al fin llegaron a la entrada de un gran santuario... Y allí estaba él... Mortem.
- Veo que me has seguido incluso hasta aquí... Te dije que con nuestro tercer encuentro llegaría la caída del Pesar. El acontecimiento que mi religión ha esperado durante largos años... Al fin... Pronto todos los Pokémons del mundo se habrás extinguido... ¡Y dará comienzo una nueva era! ¿No lo veis? Solo cuando hasta el último de esos asquerosos seres que tanto veneráis hallan sido erradicados volverán los dioses al mundo de los hombres. Pero si tanto te empeñas en interponerte en el camino marcado por los dioses no tengo más remedio que poner fin a tu aventura, aquí y ahora. ¡Dejaré que seas aplastado como un insecto por uno de esos seres que tanto luchas por proteger!
Mortem desapareció entonces, y un Pokémon gigante hizo acto de presencia. Estaba hecho de pura oscuridad y su forma era del todo amorfa. Se dispuso a atacar. Era imposible capturarlo, por lo que el niño tuvo que librar una dura batalla para vencerlo. Tras la derrota del Pokémon la voz de Mortem resonó, desde el interior del palacio ancestral.
- No  esta mal... Parece que tendré que hacer yo el trabajo sucio. Te espero en el Altar, en lo más profundo del templo. No me hagas esperar.
El templo se caía a pedazos. Realmente era una especie de mezcla entre templo y palacio. Pokémons gigantes de apariencia semi-humana ya extintos decoraban las paredes. Según Arkanus estos habían sido los constructores de la civilización de los Pokémons. Tras mucho avanzar llegaron al fondo. Allí estaba Mortem con la princesa de cabellos rubios. Era la princesa cautiva del Reino de la Calma.
- Llegas tarde - dijo Mortem - El ritual esta completo.
La princesa trató de correr hacia el niño y Arkanus pero una esfera de luz creada por Mortem la golpeó. La luz la envolvió y la princesa se desvaneció, convertida en una esfera blanquecina que brillaba sobre una máquina ancestral.
- Esta máquina, legada por los dioses, tiene un poder que jamas llegaréis a entender, humanos - la esfera fue absorbida por la máquina - Un poder que cambiará el mundo. Gracias a la energía liberada por los dos sellos el antiguo poder de mis dioses ha despertado de su largo letargo.
Muchas otras esferas luminosas comenzaron a aparecer y a ser absorbidas por la máquina. Entonces la máquina se activo y la vida de TODOS los Pokémons del MUNDO comenzó a desvanecerse. Solo el equipo del niño, gracias al poder de Ketrideh, parecía inmune.
- Ya veo... Será este nuestro duelo final. Niño del viento... No... ¡Héroe del viento! Demuestrame el verdadero poder de tus convicciones.
Y comenzó la gran batalla. Con todos los Pokémons muriendo al mismo tiempo, en cada rincón del universo, el destino del mundo se decide aquí y ahora.

Fue una dura batalla, pero al final Mortem calló. El mismo entrenador había sufrido heridas por la violencia del combate. Y se tambaleaba a duras penas.
- ¿Es esta la voluntad de los dioses? No... No puedo creerlo... Yo...  ¿Me muero... ? ¿Sabes? No puedes evitarlo... En el fondo no puedes... La caída del Pesar es algo que sencillamente no se puede evitar... Serás... ¡Maldito!
Y se desplomó muerto. Entonces Ketrideh hizo acto de presencia y con su luz sanadora destruyo la horripilante máquina. Los Pokémosn recuperaron las fuerzas y las fuerzas del rey repelieron a los villanos del Equipo iluminado. ¡La guerra había acabado y el Equipo Iluminado había sido destruido para siempre...! Se acabo... ¡Has salvado el mundo!
- Entonces, ¿crees  que ha acabado? Ingenuo... Estúpido e ingenuo...