Epílogo:
Érase una vez, los reinos libres de los hombres... Niebla, Amanecer y... Calma. Este último escondía en su rincón más profundo un bosque encantado al cual llamaban simplemente Bosque del nacimiento. A orillas de los árboles un pueblo sucumbía a una terrible maldición, el viento no soplaba. Hasta que un día lo hizo. ¿Quién sabe por qué razón? Pero todos se alegraron mucho. Ninguno vio como, envuelto en un halo de luz, un niño caía sobre la mullida hierba del bosque. El niño del viento abrió los ojos entonces. Entonces oyó las palabras en su mente...
- Soñaré contigo... Por siempre.
Se hecho a llorar. Entonces una voz familiar igualmente sonó.
- Salvala. Jijijiji... Recuerda el día en que nos conocimos y encuentra el modo de salvarla.
El día en que se conocieron él y el Profesor Místico... El Acantilado Candido. Al llegar allí Ketrideh salió de su Pokéball y como el día en el que la aventura comenzó el niño hecho a correr tras el Pokémon blanco cual Alicia en el Pais de la Maravillas. Entonces llegó al agujero y no se lo pensó ni un momento... Salto y vio la verdad. Ahora comenzaba una nueva búsqueda... ¡Iba a salvarla!
PRÓXIMAMENTE LA SEGUNDA PARTE EN EL MUNDO DE LA OSCURIDAD.
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