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Capítulo 17: La mansión sobre la colina.
No voy a enrollarme, vamos a Ciudad Real y tiramos hacia la mansión de la colina hacia la derecha... Ahora la verja que antes habría estado cerrada esta abierta.  Entra el niño... Lo típico, Pokémons fantasma, entrenadores fantasma, puzzles paranormales, truenos, cosas que se mueven solas, etc. Llegamos a la biblioteca subterránea (hay otra biblioteca, pero en esta no hay nada que  hacer más que luchar y objetos). Y allí esta... El hombre de Ciudad Real (el de los Pokémons tristes).
- Te esperabamos... Niño del viento... ¿Quienes dices? Yo y... Otros... - se transforma de golpe en el Profesor Místico - Jijijijijiji... ¿Sorprendido? Has venido a mi... Para saber al fin toda la verdad - de nuevo se transforma en el hombre de la ciudad - ¡Pero hay verdades que se me escapan! Lo que si puedo decirte... - de nuevo profesor - Este mundo... No es real. Nada merece el esfuerzo... Este mundo es una mentira de aquellos que llamamos dioses. La única verdad es que si a alguien debes acudir es a ellas... Habla bajo... - hombre d ella ciudad otra vez - Tienen espías por todas partes. Las máquinas... - de nuevo profesor - ¡Callate! Aún no ha probado ser merecedor de la verdad - de nuevo hombre - ¿No te fias de él?- otra vez profesor - Tranquilo, precioso mío... Todo a su debido tiempo... Jijijijijiji... - hombre - Entonces, ¿vas a ponerle aprueba? - profesor - Así es... ¡Veamos de que es realmente capaz este niño del viento!
Comienza el combate Pokémon. No sin dificultad el niño sale vencedor.
- Has vencido... - entonces y solo entonces revela su verdadera identidad... El Profesor Místico es... ¡Una máquina! - Así es... Yo nosotros también somos una máquina. Pero habla bajo... Somos distintos a esos dioses. ¿Qué dioses? Las maquinas son los dioses, los dioses son las máquinas. ¡Todo lo mismo! Nuestro mundo no es real. Las máquinas crearon un mundo donde cosechar su rebaño de humanos... Los Reinos de la Tormenta y la Niebla, destinados a luchar en una eterna guerra... Un método de control de población muy eficaz, ¿no crees? Pero entonces se firmó la paz entre los hombres... Esto es algo que los dioses no esperaba, ¡oh, no! ¡Crearon a dos terribles bestias, el Dragón y el Leviatán para que arrasaran el mundo de los hombres! Entonces ocurrió algo... ¿Milagro? Puede ser... Los Pokémons aparecieron y todo se volvió paz... Ya conoces la historia. Ls bestias fueron selladas y comenzó un periodo de armonía. Conmovidas por lo sucedido muchos de nosotros creamos un tercer reino en este mundo... ¡El Reino de la Calma! Y vivimos en armonía alimentándonos de sueños... Pero nosotros, precioso mío, ¡queríamos más! ¡Fuimos unos ingenuos, ingenuos! ¡Dioses, os entregamos al niño del viento! ¡Aceptadnos! Sueños, sueños, sueños... ¡Necesitamos más sueños!
En ese momento el profesor metálico se abalanzo sobre el niño pero la luz de Ketrideh lo protegió.
- Vete... - dijo el profesor de metal sollozando de rodillas ante el niño - ¡Por favor, vete! Ahora sabes la verdad... Tu mundo no es sino el rebaño de las máquinas. Nada... Nada puede evitar la caída del Pesar - de pronto pareció como si hablará el hombre de nuevo en lugar del profesor - Hay una decisión, una decisión que puede cambiarlo todo... En tus manos esta... El destino de un nuevo mundo. Debes ir al Palacio en el Ojo de la Tormenta...
Dicho esto murió y el niño puso rumbo a Ciudad Real.

Capítulo 18: Insurrección.