Otro cap del guión con música y to

RECUERDEN QUE DOS ENTRADAS MÁS ABAJO HAY DOS CAPS MÁS. 


Capítulo 13: El sello del Leviatán. 
Al día siguiente el niño acudió a la sala del trono.
- Bien, joven entrenador, dime, ¿cuál es tu historia?
El niño le relata todo lo sucedido en Pueblo Caballa y todo lo relativo a la princesa secuestrada y a las Tablillas.
- Ya veo... Eso explica muchas cosas. El dragón y el Leviatán relegados al profundo sueño... Alguien esta tratando de romper los sellos. Esos individuos de armadura dorada llegaron hace no mucho a este reino... Desde entonces temblores han sacudido las aguas. Tememos lo peor. Cuando la Lágrima de Cristal se perdió perdimos la llave para entrar al Santuario. Pero ahora hemos recuperado la lágrima al fin. No hay más que hablar... ¡Héroe! ¿Estas dispuesto a adentrarte con mi hija en el sello y detener a los villanos antes de que sea demasiado tarde?
- ¡Padre! - exclamó la niña - Es algo que debo hacer yo sola...
- Y aún así temo perderte, mi niña. Decidido. ¡El viento te acompaña, oh, héroe! Partid ahora.
Juntos atravesaron la ciudad hacía la plataforma que les condujo a la entrada de un santuario de piedra. A las entrada la niña se detuvo.
- Hay algo que debes saber... - dijo con tono triste - Si el Leviatán despertará sería deber de la sacerdotisa dar su cuerpo al santuario para evitar el cataclismo... Yo... Yo soy la sacerdotisa del Leviatán.
Estas palabras impactaron al niño, recordando lo sucedido con Pam. No... ¡No iba a dejar que Bella compartiera la misma suerte! Avanzando contra duros Pokémons y resolviendo rompecabezas de lo más diversos se encontraron con que el santuario emergía de las aguas. Llegaron a un pico que sobresalía cual glaciar, un rugido sonó cercano.
- Las antiguas leyendas cuentan que el Leviatán no es el único ser encerrado en este lugar... - susurro Bella.
Una ventisca les nublaba la vista... Pero una voz sonó claro frente a ellos.
- ¡Te esperaba, oh, niño de los vientos! - era una voz ancestral - El gran gigante de los glaciares te da la bienvenida a esta inhóspita tierra.
- ¿¡Quién eres!? - quiso saber Bella.
- El gran gigante de los glaciares, por supuesto. Encadenado a la ventisca, condenado a aguardar durante eones la llegada del elegido, el niño de los vientos. Debéis darán prisa... - un temblor sacudió el océano - Esta despertando...
Unas escaleras aparecieron ante ellos y descendieron. Dentro despacharon a varios soldados de armadura dorada hasta llegar al fondo... Donde un gran cristal de hielo contenía al Leviatán... Y frente a él... Mortem.
- Aguardad... - dijo.
Levanto la Tablilla sobre su cabeza y esta brillo con fuerza... Un gran rayo de luz inundo la sala... El Leviatán estaba despertando.
- ¡Contemplad! Una explosión de energía sin igual.
- ¿Quién eres? - pregunto Bella horrorizada.
- Sir Mortem, comandante de la guardia real de la tempestad y líder del Equipo Iluminado... Con la santa misión de cumplir la voluntad de los dioses y purgar toda vida Pokémon de este mundo.
- ¿De qué estas hablando?
- Escucha...
En la ciudad los Pokémons comenzaron a desvanecerse, un aura maligna les absorbía la fuerza vital. ¡Les chupaba la vida! Pronto todos los Pokémons del santuario y de la ciudad perecieron. Sus entrenadores lloraban desconsolados sobre sus cadáveres. Entonces le toco el turno al equipo del niño... Sus Pokémons comenzaron a perder energía... Así como los de Bella. Pero entonces un resplandor rodeo a ambos y sus Pokémons se recuperaron del hechizo maligno. Ketrideh hizo acto de presencia.
Aparece el mensaje: Ketrideh ha aprendido Cura Divina. 
- ¡Imposible! ¿Un Pokémon de los dioses? ¿Aquí y con un puñado de mocosos? Esta bien... Hagamos esto a la vieja usanza... ¡Te enfrentarás a una raza de Pokémons invencibles!
Comienza el combate. Todo el equipo de Mortem esta compuesto por Pokémons que nunca nadie más había visto... Pokémons de metal. Todos y cada uno de ellos tenía una habilidad que transmitía al equipo rival el cambio de estado Muerte. Este cambio es similar a un envenenamiento grave, resta una gran parte de los PS del Pokémon a cada turno. La única forma de librarse de este cambio es con Cura Divina de Ketrideh, al usarlo todos los Pokémons en el equipo afectados vuelven a la normalidad. Tras una dura batalla Mortem ha caído derrotado.
- Eres duro, niño... Has derrotado a un equipo singular... Pero no te engañes. La única razón por la que sigues vivo es gracias a ese Pokémon Divino tuyo. Nos volveremos a ver, una vez más. Recuérdalo.
Y desapareció. Temblores.
- ¡No! - exclama Bella - ¡El sello se esta rompiendo! No hay tiempo que perder.

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Llegan a una sala similar a aquella donde Pam se sacrifico usando la Lágrima de Cristal como llave. Con un gran circulo azul. Bella se sitúa en el centro... El niño trata de detenerla.
- Lo siento... Lo siento mucho, pero tengo que hacerlo. ¿Sabes? Esto no debe ser un adiós... Puede que algún día... Nos volvamos a ver. Hasta entonces no pienses que esto es como morir... Más bien... Es un sueño largo y profundo. Tranquilo, ¡no llores! Solo me voy a dormir. Voy a soñar... ¿Y sabes qué? ¡Voy a soñar contigo! Soy feliz por haberte conocido... Gracias por todo...
Y se desvaneció con un gran resplandor. Junto al cristal del Leviatán aún se v su cuerpo cristalizado, como buena guardiana del sello.

El niño abandonó el santuario, pero al llegar a la morada del gigante su voz hablo.
- Que pena - dijo - Se habría convertido en un hermosa muchachita. Pero era inevitable. De todas maneras, ¿no te olvidas algo? - y la Tablilla del Leviatán apareció ante él - Ahora que tienes la llave una vez más completa... ¿Te diriges al Mundo de los Pokémon? ¿Sabe sol que puedes hacer por ella? ¡Véngala! Lo sabes, ¿no? Ellos estarán ahí... ¡Acaba hasta con el último de ellos!
Y el niño perdió toda su inocencia infantil y creció de golpe, le invadió el deseo por la venganza y puso rumbo al Reino de la Calma.

Capítulo 14: El Mundo de los Pokémons.